martes, 16 de marzo de 2010

Sé que estás a las puertas de la perfección. Sé que contigo, los imposibles, son sólo improbables, y para tus sonrisas no existen fronteras, ni tampoco para los mares que se ocultan tras tus pupilas.
Y cuando rodeas mi cuello con tus brazos, y te agarro la cintura, y somos por fin uno, soy feliz.
Nunca nadie me dió tanta paz.

2 comentarios:

  1. Glups!
    Hasta me cuesta opinar, por la mucha intimidad atesorada en tan poco espacio.
    A ver si alguien me dice algo así, tan bonito.

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