viernes, 29 de enero de 2010

Ana.


Dicen que lo mejor del mundo es dar una vida.

Ver nacer, ver crecer, la primera sonrisa, la primera papilla, los primeros pasos, las primeras palabras, el primer ¡mamá!,el primer ¡papá!, el primer día de guardería, el primer día de colegio, el "ya sé escribir mi nombre!", ... y así hasta que te salen granos y luego quizás te casas. Pero tus padres, tu família, y los que de verdad te quieren, siempre te mirarán con cariño. Con amor.


Esta es Ana. Anita, para nosotras, nació ayer, a las 4,00 de la madrugada, y antes de que saliera el sol, ya había hecho llorar de emoción a su padre. Él que siempre me ha parecido un hombre fuerte, con su escudo, sin demasiadas ganas de demostrar al mundo sus sentimientos, aunque buena persona.


Ana ahora tiene un día. Un día...que para ella es un mundo, para nosotros, uno más. Cuando abre los ojos parece un extraterrestre, según su madre. Los tiene grandes, enormes. Me parece preciosa, aunque a veces ponga cara de quejica, como su hermana, jeje.


El primer momento que la he visto, me he dicho: "es de las nuestras". Parecía que la conocía desde siempre, y he pensado en las veces que nos la llevaremos a nuestro rincón, para cantarle unas cuántas canciones al lado del mar. Las que nos la llevemos a comer un helado por el puerto paseando con la perrita. Las cosas que le enseñaremos sobre la vida, lo mucho que la mimaremos, y que la vamos a querer, que la van a querer. Pienso que será una de las niñas más queridas del planeta.
Me ha encantado conocerla. Ha llegado tres semanas antes, aunque no pronto para nosotros. Así que, sólo me queda decir. Bienvenida Ana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario