nirvana.

Es el momento. Hoy, ahora, es el momento de salir, de ver la luz, de quedarme ciega, de reír. Es el preciso instante en el que salgo a la terraza de mi cabeza para tomar los pensamientos.
El momento en el que mis alas, han vuelto a su sitio, cuando habían sido desmontadas, descosidas. Ahora es cuando las piernas me empiezan a temblar, cuando siento ese cosquilleo que me sube de los pies a la cabeza cuando me acuerdo, cuando lo necesito una y otra vez repetidamente.
El instante en el que las canciones salen solas de mi cabeza para luego bajar por mi corazón y llegar hasta mis dedos, no sin antes pedirme el cuerpo que suba a mi habitación a buscar la guitarra. Llevaban tanto tiempo en el rincón olvidado de mi cabeza, que salen a presión.
Y es ahí, en ese punto, en el que me encuentro con mi particular nirvana, para tocar el cielo siete veces y convencerme a mi misma, (sin necesidad de insistir mucho) de que he encontrado el equilibrio emocional que tantas veces he buscado por cada rincón de mi alma.