Esta noche he soñado que besaba tu cara. He soñado que mi cuerpo y el tuyo se convertían en una masa homogénea imposible de hetereogenizarse. Pero cada mañana, llego a la conclusión de que nunca duermo de noche, sino que pienso en tí con los ojos cerrados.
Te escribo todos los días irremediablemente, aunque sólo lo imagine, para que tu recuerdo no se borre de mi mente y siga oliéndote como la primera vez que lo hice. Ese olor tan dulce que paralizaba mis sentidos. Esa sonrisa, esa sonrisa...
Te odio cuando te confundes, cuando te encierras en tu mundo. Te odio cuando me odias porque te odio. Cuando no me llamas, cuando no te dejas. Te odio cuando me quieres y no me lo dices. Pero luego te encuentro y me sonríes, y es en ese instante, en ese preciso momento cuando me atraca el impulso de morir en tus brazos, de morir en tus palabras para más tarde buscar el exilio en tu aliento y poder sentirme fuerte.
Está bien el texto, es bonito. "Te odio cuando te encierras en tu mundo", ay, allí salimos unos cuantos retratados.
ResponderEliminarEl exilio de tu aliento, eso me ha encantado.
Saludos.
Precioso
ResponderEliminarAcabas de matarme. Es tan perfecto como aniquilador. Lo terrible es cuando se echa de menos.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero luego te encuentro y me sonríes, y es en ese instante, en ese preciso momento cuando me atraca el impulso de morir en tus brazos, de morir en tus palabras para más tarde buscar el exilio en tu aliento y poder sentirme fuerte"
ResponderEliminares un sueño ese instante, tan sublime, tan eterno
Me encanto tu texto, realmente muy hermoso, muy vivido.
ResponderEliminarEspero que andes bien, un beso!
Muuuy lindo tu blog !! :)
ResponderEliminarTe sigo ,me seguis?
muchos besos ! ♥
interesante blog :) te sigo! me seguis¿
ResponderEliminarQue hermoso texto, está cargado de emociones que golpean.
ResponderEliminarLindo blog :)